Justicia, Respeto y Reparación para las 7.291 víctimas de los “protocolos de la vergüenza”

Por Karmela colaboradora de ADECES

El 18 de marzo de 2020, cuatro días después de la declaración del estado de alarma para hacer frente a la expansión de coronavirus COVID-19, el Gobierno de la Comunidad de Madrid presidido por Isabel Díaz Ayuso aprobó un protocolo que prohibía el traslado a los hospitales de las personas mayores que vivían en residencias en caso de padecer un determinado nivel de dependencia o de deterioro cognitivo.

Como consecuencia de dicha decisión, 7.291 residentes fallecieron en los geriátricos sin recibir ninguna atención hospitalaria durante los meses de marzo y abril.

Imagínense con toda esta información, 16 meses después tener que ingresar a mi padre en una residencia por un deterioro cognitivo severo. Ir asimilando que mi padre poco a poco dejaría de conocernos, que para él pasaríamos a ser su padre, su madre, sus hermanas…Y con el miedo de que el COVID-19 se volviera más agresivo y regresáramos a marzo y abril de 2020.

Muchas noches sin dormir en las cuales mi cabeza no dejaba de pensar ¿Por qué no medicalizaron las residencias?, ¿Por qué los profesionales sanitarios que fueron al hospital de campaña que se montó en IFEMA no fueron a las residencias? ¿Por qué los mayores enfermos no pudieron recibir ni tan siquiera cuidados paliativos? ¿Por qué se impidió qué fuesen atendidos en un centro hospitalario?

Sra. Ayuso por ser generosa diré que realizaron una gestión nefasta discriminando a nuestros mayores. No me vuelva a decir que “se iban a morir igual”, no es cierto.

Varios estudios científicos afirman que se salvaron entre el 37% y el 72% de los mayores de residencias hospitalizados con COVID. Y los que fallecieron tuvieron acceso a cuidados paliativos para morir sin dolor. Eso representa un gran consuelo para las familias.

Deberían pedir perdón por lo que hicieron y proporcionar justicia a estas víctimas y a sus familiares. Pero ustedes siguen enrocados en su historia y continúan dañando con cada declaración a los familiares. Que poca empatía. Y mientras tanto la justicia, con procedimientos tan asimétricos (tantos recursos y celeridad en algunas causas y tanta dejadez en otras) ve como prescriben los posibles delitos.

Como dirían los Chunguitos “Si me das a elegir…”, me quedo con las víctimas, con sus familias y con el personal de las residencias que sufrieron este infierno.

Me quedo con la dignidad, la empatía, la lucha y el saber estar de todos ellos. Con la esperanza de que algún día consigamos Justicia, Respeto y Reparación.

Autor: adeces asociacion
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