Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo de 2018
Por Marta Zardaín
Entre las historias que entretejen el manto del feminismo destaca aquella en la que un grupo de trabajadoras se encerraron a principios del Siglo XX en la fábrica textil Cotton de Nueva York como acto de protesta por los bajos salarios que percibían y las pésimas condiciones en las que desarrollaban su actividad. A su negativa de abandonar el edificio le siguió el lanzamiento de bombas incendiarias desde el exterior que originaron un incendio en el que más de un centenar de mujeres fallecieron calcinadas. Un año después, el 28 de febrero de 1909, Estados Unidos celebró por primera vez el Día Nacional de la Mujer, organizado por socialistas destacadas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt.
Otras versiones sitúan el origen de este día en plena Rusia revolucionaria, donde el último domingo de febrero de 1913 y en el marco del movimiento pacifista surgido poco antes de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas llevaron a cabo actos de protesta demandando «pan y paz» que pronto encontraron eco en Europa. Según el calendario juliano, ese domingo era 23 de febrero; día que corresponde al 8 de marzo del calendario gregoriano.
Los defensores de esta versión, definen a la historia del encierro en la fábrica textil como pura invención creada en plena Guerra Fría con objeto de borrar el carácter ruso que en verdad tiene el Día de la Mujer.
Sea como fuere, el testigo fue recogido por numerosos países y en los años sucesivos el reconocimiento de ese día se fue ampliando progresivamente. Así, en Rusia se celebra desde la Revolución de 1917, en China desde 1922 y en España se reconoció por primera vez en 1936.
En 1975, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas institucionalizó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer (antes llamado Día de la Mujer Trabajadora) para conmemorar la lucha de la mujer por su participación en la sociedad en igualdad con el hombre.
Desde entonces y hasta la fecha, cada 8 de marzo las mujeres de todo el mundo celebran los derechos conquistados y alzan la voz contra las desigualdades y abusos.
En el marco de la celebración de este año, y bajo el lema “Si nosotras paramos, se para el mundo” se llevará a cabo una movilización que ya ha sido bautizada como huelga feminista. En concreto y a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, este 8 de marzo acogerá una movilización de carácter social, en la que a los paros laborales se sumarán los de los cuidados y el consumo.
Se pretende así emular la huelga protagonizada por 9 de cada 10 islandesas el 24 de octubre de 1975 para reivindicar su desarrollo individual y social en igualdad con los hombres. La iniciativa paralizó el país, ya que las mujeres no solo faltaron al trabajo sino que dejaron a los hombres al cuidado de los hijos, y convirtió a Islandia en referencia mundial de la lucha por la igualdad.
En esta línea, para el 8 de marzo de 2018, las organizaciones del movimiento feminista que integran la Comisión 8M confieren un triple sentido a la huelga feminista:
• De cuidados en la familia: proponiendo que a fin de reivindicar la corresponsabilidad de las tareas domésticas ese día sean los hombres los que las realicen y animando a las mujeres que secunden esta iniciativa a visibilizarla colgando un delantal en su ventana o balcón.
• Laboral, contra una brecha de salarial en la que las trabajadoras cobran de media el 14,9% menos por hora bruta que los hombres, el techo de cristal que otorga a los hombres la mayoría de los puestos de poder en las empresas y el acoso sexual.
• De consumo, instando a las mujeres a abstenerse de consumir lo que no sea imprescindible a fin de llamar la atención sobre el papel de la población femenina como mero objeto.
Como era de esperar, la postura de los distintos partidos políticos ante la huelga feminista es dispar: mientras que el PP y el Gobierno se manifiestan en contra de la misma y la califican como instrumento inadecuado e insolidario; el PSOE se muestra partidario de secundar los paros parciales de dos horas por turno y defiende toda acción que visualice la desigualdad de la mujer. Por su parte, Podemos apoya la convocatoria en la que participarán todas las mujeres del partido y desde Ciudadanos se ha anunciado que no se secundará la huelga pero algunas de las integrantes de la formación sí participarán en las manifestaciones que se llevarán a cabo por la tarde en las principales ciudades.
Todo parece apuntar que el de este año será el 8 de marzo más combativo de los celebrados en nuestro país. Si las intenciones sirviesen para cambiar realidades, este jueves supondría el primer día del resto de la vida de las mujeres españolas. Lamentablemente, los deseos no cambian el mundo y la tan ansiada igualdad solo será posible cuando caigan todas las barreras y deje de percibirse como una amenaza para convertirse en una necesidad… En ello estamos.