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DEMOCRACIA Y LIBERTADES O FACEBOOK
ADECES (Asociación Pro Derechos Civiles Económicos y Sociales) solicita que, a pocas semanas de la plena aplicación del Reglamento General de Protección de Datos, las instituciones y autoridades europeas en materia de datos personales, establezcan un sistema de protección intenso de la privacidad de los usuarios de FACEBOOK y de control de sus prácticas y contenidos, como mecanismo de garantía del sistema democrático y las libertades públicas.
Para ADECES, resulta desalentador que, en aras del negocio publicitario y ante la pasividad de las instituciones públicas, se permita que plataformas como INSTAGRAM o FACEBOOK puedan anteponer normas de comportamiento propias por encima de derechos y libertades fundamentales, como la libertad de expresión y opinión, consagradas en los textos constitucionales, en el Convenio Europeo y en la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros textos internacionales.
Así mismo, también supone una vulneración del derecho europeo, en concreto de las normas sobre protección de datos, la colaboración de FACEBOOK, por acción u omisión, con entidades que trazan perfiles de los individuos provocando determinados comportamientos con la ayuda de noticias falsas, bots y selección de noticias que encajan con los perfiles trazados. Les convierten de este modo en agentes al servicio de una causa sin su conocimiento, como se ha sabido recientemente a través del caso de CAMBRIDGE ANALYTICA.
ADECES considera que las instituciones no pueden seguir creyendo la “teoría de los errores” que ZUCKERBERG enunció en 2015 cuando reconoció que se habían producido fallos en la protección de la privacidad y que, a partir de ese momento se adaptarían las medidas necesarias para corregirlos.
Además, es difícil de creer que un gigante tecnológico como FACEBOOK no haya detectado que una aplicación de un colaborador suyo recopiló, a través de la red social, datos de 270.000 personas con su consentimiento y, a través de estos perfiles accedió a datos de 50 millones de usuarios que después fueron cedidos, sin consentimiento de los usuarios, a CAMBRIDGE ANALYTICA que según la plataforma realiza trabajos políticos, gubernamentales y militares. Todo ello, sin que saltase ninguna alarma.
Tampoco pueden las instituciones descargar la responsabilidad sobre los ciudadanos olvidándose del papel que los poderes públicos deben jugar en la protección de los mismos, ya que son esos mismos poderes los que impulsan una sociedad más tecnológica. Profundizando en esta línea, hay que señalar, además, que el usuario medio espera, más allá de la política de consentimientos, que FACEBOOK opere con responsabilidad y proteja sus datos.
Además, para ese mismo usuario medio resulta confusa y enmarañada la política de consentimientos, la política de cesiones y las finalidades que se persiguen. De la misma manera que no espera que un “Me gusta” pueda ser empleado (junto con otros datos) para la definición de perfiles sin su consentimiento.
ADECES considera que FACEBOOK va a seguir profundizando en este tipo de experimentos, dado sus resultados en la campaña electoral de EE.UU. o en el referéndum del BREXIT.
No basta con las sanciones que pueda llegar a imponer la Autoridad de Control, hasta un 4% de volumen del negocio total anual como medida disuasoria. Es necesario pensar en otro tipo de sanciones que conlleven que la evaluación coste beneficio suponga un claro perjuicio para el infractor.