Por Carmela Curva
Dicen que “cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas”, en mi caso me da por sacar de paseo a la memoria.
El detonante ha sido el anuncio de la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría para presidir el PP, en ese momento he pensado ¡vaya ya van seis!; Bayo, Casado, García-Hernández, García-Margallo y Cospedal, inmediatamente me he dado cuenta de que eran solo cinco, María Dolores de Cospedal todavía no había dado señales de vida.
Pero mi memoria me lleva al año 2010, donde un seguro Mariano Rajoy convencido de la victoria comentaba “Nosotros no hacemos piruetas” refiriéndose a las primarias, sin olvidar el argumento oficial “el PP es un partido de orden”.
Y me pregunto ¿Qué tendrá que ver el orden con las primarias?, desde mi humilde punto de vista las primarias permiten aflorar el debate, la ideología y la democracia. Creo que eso es muy bueno y además estamos muy necesitados de ello.
María Dolores de Cospedal ha dado un paso al frente y también presenta su candidatura, vuelven a ser seis. Seis, cinco, seis…me voy pareciendo a cierto partido que por la mañana dice una cosa y por la tarde otra contando gajos de naranja.
En Julio de 2010 entro en vigor la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). El aborto era legal en España y se fijaron los 16 años como la mayoría legal para abortar, las menores de 16 y 17 años solo tenían que informar a uno de sus representantes legales (padre, madre o tutor) acerca de su decisión. En los casos que existiera coacción, situaciones de violencia familiar…no era necesario comunicar la decisión. En este momento, una vez más, el PP era el partido del NO.
Cinco años después, el PP para decir que hacían algo en esta materia exigió que las menores de 18 años obtuviesen el consentimiento de sus representantes legales para poder interrumpir el embarazo. Cuando existe conflicto entre las menores y sus representantes legales esta situación se tiene que solucionar por vía judicial.
Vaya, vaya, dejando a las menores en tierra de nadie, y mientras sale el juicio los días van pasando.
De repente mi memoria me traslada al otoño de 2005, una sonrisa aparece en mi rostro, desde hace tres meses España tiene una ley que permite el matrimonio homosexual. Escuchando la radio me entero de que el PP ha presentado ante el Tribunal Constitucional su recurso de inconstitucionalidad contra esta ley, por “desnaturalizar” el matrimonio.
Después, tuvimos que escuchar frases que deberían estar en el muro de la vergüenza:
“Una institución entre un hombre y una mujer para la procreación. Eso es y siempre ha sido el matrimonio” Dónde quedan las personas que no pueden tener hijos o que deciden libremente que su vida es muy plena sin ellos.
Sin olvidar las comparaciones entre peras y manzanas que parecían un trabalenguas.
En ese momento pensé “Siguen sin entender nada”, hoy más fríamente creo que siempre llegan tarde a todos los retos y avances.