Reflexiones de una cincuentera…Campeonas del Mundo
El domingo 20 de agosto nuestras futbolistas conquistaron el título del Mundial Femenino de Fútbol, un certamen que se lleva organizando desde el año 1991.
España ha participado en los tres últimos mundiales, y como dice una expresión popular “a la tercera va la vencida”. Pero nadie les ha regalado nada, han tenido que luchar contra una sociedad que no entendía que las niñas podían jugar al futbol, contra unos organismos deportivos que las trataban con actitud paternalista, y algunas de ellas han tenido que renunciar a la selección por seguir defendiendo sus derechos y como diría mi abuela “por no comulgar con ruedas de molino”.
A todas ellas ¡FELICIDADES! Sois grandes, muy muy grandes. Todo el mundo conoce vuestra gesta, nadie podrá eclipsarla. Aunque algunos “trogloditas” lo intenten.
Gracias, vais a ser un referente para que miles de niñas y niños entiendan que los sueños con disciplina y esfuerzo se pueden conseguir.
Alguien me dijo hace tiempo que de las cosas malas, dependiendo de cómo las gestiones, pueden derivarse grandes avances.
Estoy convencida que miles de niñas-niños-adolescentes han entendido que no se debe besar a una mujer sin su CONSENTIMIENTO y que no se le debe tocar el culo o un pecho como si fuera un juego. El respeto la igualdad y la tolerancia son claves para caminar hacia una sociedad más justa, más inclusiva y libre de todo tipo de violencia.
NO estáis solas. Os han apoyado públicamente Irene Montero, Pedro Sánchez, Miquel Iceta…y millones de españolas/es. Cuando esto pase también tendremos que valorar el silencio de determinadas organizaciones y personas. Nadie dijo que esto fuera fácil, pero seguimos luchando por la igualdad para todos.
Valoro enormemente que mi círculo más cercano estuviera horrorizado desde el minuto uno con el comportamiento del presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Por eso, quizás, me cuesta tanto entender que Rubiales se extrañe de la reacción de una sociedad que camina hacia la igualdad. Sr. Rubiales, “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”. Llega un día en que la impunidad se acaba y los estómagos agradecidos corren a salvarse como ratas.
Si yo tuviera una escoba, abriría las ventanas de la Real Federación Española de Fútbol, y barrería toda la estructura clientelar que tiene esta Federación. ¡Qué entre aire limpio y nuevo!
GRACIAS, CAMPEONAS
