Protegiendo a nuestros mayores

Por Miguel A. Varela

Hay un tema que me preocupa mucho, pues mis hermanos y yo lo sufrimos muy directamente.

Se predica extensamente sobre la “Conciliación Familiar”, está en boga (queda bien) es políticamente correcto. Sin embargo, esta es una sociedad donde la movilidad por el trabajo está a la orden del día. Las exigencias y la competencia marcan nuestra cotidianidad.

Por este motivo, a nuestros mayores no se les presta la atención que sobradamente tienen ganada. Muchas son las necesidades que tenemos el deber de cubrir a estas personas que llegan a una cierta edad. El cariño, el respeto, la higiene, un techo donde pueda compartir sus vivencias con sus iguales, procurando integrarlos para que no se sientan desplazados, fuera de lugar. Donde hijos, familiares, amigos sepan en todo momento que son felices aun estando alejados de sus seres más queridos. Esta es una tarea ardua y algunas veces, compleja.

Para ella se necesita personal muy, muy cualificado, que tenga una preparación extremadamente humana, que sea cercano, empático; en fin, con vocación. Que sepa en todo momento, que las personas mayores, ¡sus propios padres!, necesitan una atención especial y en muchos casos personalizada.

No puedo entender este tipo de centros que abren sus puertas sin el personal necesario, que no disponen de unos servicios mínimos y sin embargo, cuentan con el visto bueno de los responsables políticos y administrativos que solamente quieren quedar bien en las estadísticas.

No, no sé trata de números, ni de porcentajes. Consiste en alcanzar la sencillez, lo que cada uno querría para sus seres más queridos: personal cualificadísimo, instalaciones que salvaguarden su intimidad y que al mismo tiempo dispongan de espacio suficiente para actividades en grupo. Habitaciones con baño y un mínimo de espacio donde pueda manejarse el residente y el profesional (personal médico y de enfermería), y espacios al aire libre.

Todo esto debería estar controlado por ley y sometido a inspecciones frecuentes y sorpresivas.

Esto no es otra cosa que querer. No deja de ser una inversión y devolver una  parte, a nuestros mayores, por todo lo que llevan hecho por nosotros y la sociedad.

Animo a la gente a que se vuelque con los mayores, que pronto, muy pronto, seremos nosotros; a que exija (exijamos) a los políticos que sean una prioridad en los Presupuestos Generales del Estado.

Necesitan nuestro apoyo y nuestro cariño.

Autor: adeces asociacion
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