Por Carmen Benito, presidenta de la Asociación MUM
Mi nombre es Carmen Benito y soy la presidenta de la Asociación MUM (Mujeres Unidas Contra el Maltrato). Hace 14 años sobreviví a una relación de violencia género, aunque me costó detectarla bastante tiempo.
Me di cuenta por un telediario (ya que entonces se empezaba a hablar más abiertamente de este tema) en el que hablaban de cómo actuaban los maltratadores y cuáles eran las situaciones que podían estar viviendo las víctimas. Solo con una de ellas ya sería una mujer maltratada, pero yo cumplía casi todas.
Aun así, después de ponerle nombre a lo que me estaba pasando, tarde mucho tiempo en poder salir de aquella convivencia, ya que por mucho que te digan, que te aconsejen, eres tú la que tienes que tener la fuerza para poder salir de esa situación.
Y llegó ese momento en el que pude salir por mí misma, para empezar una nueva vida o eso pretendía. Son momentos en lo que necesitas mucha ayuda y eso es lo que me faltó: no tuve ayuda de mi red social porque la había perdido ni de instituciones porque por seguridad decidí no denunciar.
Entonces sino denunciabas no tenías derecho a ninguna ayuda y mucho menos a asistencia psicológica o vivienda. A pesar de ello, gracias al máster de psicología de la Universidad Complutense recibí dos años de terapia, que me hicieron entender cuál era mi proceso y desculpabilizarme del porqué llevaba tantos años sin avanzar. Entonces entendí que no estaba aguantando, simplemente no podía salir.
La terapia para mí fue fundamental, me ayudó en el proceso de recuperación, haciéndome comprender y aceptando lo que me había sucedido, y viendo que era mucho más grave socialmente de lo que podía pensar. No era yo sola, había millones de mujeres en mi misma situación.
Llegados a este punto decidí actuar, tenía las fuerzas suficientes para poder ayudar a que otras mujeres no pasaran por lo que yo había pasado; y que si salían tuviesen un camino mucho más fácil y estuviesen acompañadas.
No obstante, en ese camino, habitualmente las mujeres no vamos solas. Vamos con nuestros hijos o hijas que sufren nuestra misma situación, agravada por no tener la capacidad para tomar decisiones como los adultos y, por tanto, estando a expensas de los padres o incluso del juez o la jueza que te toque.
Las intervenciones con menores (los tratamientos psicológicos o cualquier ayuda, que son muy pocas) muchas veces dependen del criterio paterno, a no ser como ocurre ahora que si tienes una orden de alejamiento ya puede decidir la madre.
Los menores son los grandes perdedores cuando hay una situación de violencia y aún queda mucho para tener una atención correcta con ellos.
Los primeros pasos de la Asociación los doy en el 2009, estaba sola y necesitaba la ayuda de gente que me apoyara en esta iniciativa. Junto con una amiga y mi psicóloga empezamos el camino para crear la Asociación, que nace en 2010 por causa de la burocracia.
Era importante sacarla adelante para crear un espacio en el que las mujeres que sufrían o habían sufrido violencia de género, junto con sus hijas e hijos, pudieran tener una nueva vida independiente y libre.
Al principio en MUM éramos unas pocas personas ayudando en la terapia de acompañamiento y algo de asesoramiento legal. En estos años hemos ido creciendo hasta llegar a ser más de doscientas personas colaborando, junto con empresas y otras instituciones que nos apoyan y nos hacen crecer cada día.
Por desgracia la violencia de género no disminuye pese a todas las medidas que se están tomando, ya que la base para reducir y eliminar la violencia de género radica en la educación, en una educación en la igualdad real; pero en este sentido vamos muy lentos como sociedad.
Nosotras ayudamos en lo posible en la consecución de este objetivo, dando prevención y coeducación donde nos la piden y donde podemos; pero nuestra mayor labor está en auxiliar a todas las mujeres y sus familias que nos buscan para paliar cualquier necesidad derivada de esta lacra, sin olvidar a los menores, las grandes víctimas y las menos escuchadas. Damos asesoramiento legal, atención psicológica, vivienda, seguridad, apoyo y red social, compañía y acompañamiento, por supuesto todo ello gracias al voluntariado de MUM, que hoy 12 años más tarde mantiene su compromiso continuo por erradicar y combatir la violencia de género.
Siempre intentamos mandar a todas las mujeres un mensaje de esperanza, que se pude salir de esto, que tendrán nuestro apoyo cuando lo necesiten.
Nuestros PRINCIPALES proyectos van dirigidos tanto a las madres como a sus hijas e hijos:
• Asesoramiento legal
• Proyecto ECO ALDEA, que da vivienda a familias monoparentales
• Proyecto LABORANDO de inserción laboral con bolsa de empleo y formación
• Proyecto Altos Vuelos para menores
• Proyecto de intervención multidisciplinar dentro del ocio
• TERAPIA psicológica y grupos de apoyo para mujeres y sus hijos/as
• SEGURIDAD de orientación y apoyo cuando hay peligro…
Atendemos a más de 1000 mujeres al año. Entre 60 y 80 mujeres reciben terapia semanal gratuita. Más del 20% reciben asesoramiento psicológico y un 10% intervención en crisis.
El 90% de las mujeres que consiguen ir a terapia con regularidad no vuelven con el maltratador, todas las que consiguen no volver comienzan una nueva vida. No es fácil, en muchos casos por la dificultad económica o por las custodias, pero la vida que empieza, es libre y siempre va a ser mejor que sufriendo violencia.
Como he dicho queda mucho camino por delante. Así lo reflejan las cifras de mujeres asesinadas o los datos sobre mujeres que sufren violencia física o sexual, 1 de cada tres según Naciones Unidas.
Las leyes ayudan pero no están cambiando los resultados. Esto solo se erradicara con la educación de toda la sociedad.
Imagen cedida por la Asociación Mujeres Unidas contra el Maltrato
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Teléfono 601223706