“La paz es mucho más que la ausencia de guerra”

Por Francisca Sauquillo, presidenta de Movimiento por la Paz (MPDL)

A partir de la década de los 80 mi vida ha estado ligada a la constitución de la ONG Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad, en adelante MPDL. Entidad fundada, entre otros y otras, junto a mi marido Jacobo.

Durante los primeros años de la transición apenas hubo movimiento asociativo, ocupados como estábamos todos y todas en nuestra transición democrática. El grueso de las ONG de Desarrollo españolas se creó de 1986 a 1995.

Bien entrada la década de los ochenta comienza el auge del movimiento asociativo: España entra en la UE y diferentes administraciones (estatales y europeas) inician programas de subvenciones.

El MPDL se crea con motivo de la situación que existía en Europa con la implantación de los euromisiles y con peligro en nuestro continente dividido entre la Europa del Este y el Oeste. Nos basamos en el pensamiento de Russell-Einstein que en su manifiesto decía “Recuerda que perteneces al género humano y olvida el resto”. También en figuras como la de Olof Palme, o Bertrand Russell, que, hasta su muerte en 1970, trabajó por la paz.

Para mí, personalmente fue difícil, en esos momentos, mantener el no a la entrada de España a la OTAN, siendo senadora socialista y, sin embargo, habiendo acordado el PSOE hacer campaña a favor de la entrada en la OTAN.

El MPDL se constituyó después de la gran manifestación del 15 de noviembre de 1981 contra la OTAN, donde el pacifismo español había levantado el vuelo. Pero al ingresar posteriormente España en la Alianza Atlántica, muchos de los grupos que habían estado trabajando juntos, se desilusionaron y algunos desaparecieron. Nosotros y nosotras, nos integramos en la END, movimiento europeo contra la desnuclearización y junto a movimientos pacifistas, los verdes alemanes, liderados por la activista Petra Kelly… entre otros, formábamos un grupo de acción y pensamiento por la paz. En esa etapa yo trabajaba como senadora socialista y progresista junto con mujeres de otros países formando el movimiento pacifista “Mujeres por la paz”.

En el MPDL, pensamos que debíamos seguir trabajando también por la división que existía entre el Norte y el Sur en nuestro planeta. Constituimos la revista “Tiempo de Paz” en 1984, que continúa editándose actualmente con un gran equipo humano detrás. De hecho, acabamos de publicar el número 138 de la misma, dedicado a “Vulnerables”. Considero de vital importancia profundizar en el tema de la vulnerabilidad, dado el momento de emergencia sanitaria que estamos viviendo, ya que se ha convertido en un gran desafío para los derechos humanos.

España había pasado de ser un país receptor de ayuda a ser un país donante de ayuda al desarrollo y se había constituido la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Uno de los primeros proyectos que llevamos a cabo fue el de “Los niños rotos”, en el Salvador. Niñas y niños campesinos que habían pisado minas anti personas, minas que desgraciadamente se distribuían en países en conflictos, entre el gobierno y los combatientes que estaban en las montañas. Estos niños y niñas quedaban mutilados, perdían sus piernas, sus brazos…se les arruinaba su vida, su futuro. Desde MDPL les facilitábamos piernas y brazos ortopédicos, era prioritario volver a darles esperanza, posibilidad de continuar con sus vidas truncadas.

Pasamos a trabajar en el mundo de la cooperación al desarrollo y entramos a formar parte de la incipiente Coordinadora de ONGs al desarrollo. Nos implantamos en numerosos países de Centro América y de África.

En la década de los 90 se produce la guerra de la ex Yugoslavia, MPDL fue la primera ONG que trabajó por intentar evitarla, organizando la Caravana por la Paz. Visitamos los distintos territorios que la componían (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Montenegro, Macedonia) y participé muy activamente junto con otros militantes europeos que estábamos trabajando dentro de la END. La experiencia fue enriquecedora, pues la actitud de los gobernantes de estos, hoy países, además de la de las Iglesias (ortodoxa, católica y musulmana) era de incomprensión generalizada. Fuimos conscientes de que la guerra era imposible de evitar, como, desgraciadamente, así fue. El enfrentamiento entre serbios y croatas y sobre todo con los bosnios, miles de muertos en Srebrenica… Nuestra organización decidió trabajar con las tres partes en conflicto y nos establecimos en Zagreb (Croacia), Treviñe (Serbia) y Mostar (Bosnia). Creíamos que no había una sola parte culpable, para mí y para la ONG era imprescindible trabajar con las víctimas de todas las partes en conflicto.

Participé en el Tribunal que juzgó las violaciones que se habían producido contra mujeres bosnias y conseguimos que, a partir de entonces, se considerase la violación como arma de guerra dentro de la Convención de Ginebra.

Estuvimos 20 años en la zona, y nos fuimos al mismo tiempo que lo hacía el ejército español. Dejamos constituidas ONGs propias de su territorio, hoy me siento orgullosa de que algunas de ellas estén integradas en la red europea de SOLIDAR junto con el MPDL.

A finales de la década de los 90 comienza a producirse un movimiento importante de emigración desde países hispanoamericanos y africanos a nuestro país.

Pensamos que teníamos el deber de trabajar con las personas emigrantes y constituimos pisos de acogida, les brindamos asesoría jurídica gratuita, oportunidades formativas, laborales… En estos momentos también trabajamos con solicitantes de asilo; desgraciadamente ha cambiado el concepto de asilo en Europa y siento la frustración de haber sido ponente de la primera Ley de asilo cuando era senadora en 1983. Tuve muy presente nuestra guerra civil, muchos españoles y españolas, tuvieron que exiliarse a otros países, y ahora se está restringiendo la solicitud de venir a España a muchas personas que por motivos políticos, de seguridad, de futuro incierto están, muy a su pesar, huyendo de sus países, de sus hogares.

Con la descentralización española vivimos un proceso difícil de atravesar, pero en la actualidad estamos implantados en toda España y a su vez centralizados y coordinados para cumplir con nuestros valores y objetivos.

Al estar nuestra sede en el Pozo del Tío Raimundo (Vallecas), pensamos que debíamos trabajar en el barrio, y para sus habitantes. Barrio donde yo, había estado participando muy activamente en la erradicación de las 12.000 chabolas que allí había durante las décadas de los 50, 60 y 70. Vecinos que habían llegado a este barrio huyendo de la pobreza y de la persecución de la dictadura franquista, en algunos casos como en la calle donde esta nuestra sede (calle Martos) casi el pueblo entero de Martos. Teníamos que trabajar con y por ellos. Montamos la Escuela de Paz, donde actualmente se dan clase de apoyo, de sensibilización… con un colectivo de trabajo importante.

Nuestra organización cuenta hoy en día con en torno a 400 trabajadoras y trabajadores, con una gran base social y de movilización. Siendo yo la vicepresidenta de la Plataforma del Voluntariado de España (PVE), creo que el voluntariado tiene un papel muy importante en nuestra sociedad y el fomento del mismo es uno de los objetivos de nuestra ONG.

En la actualidad trabajamos muy activamente en la Plataforma del Tercer Sector (PTS), pues creemos que es necesario la coordinación de todo el movimiento progresista para poder erradicar la pobreza, ayudar a los más vulnerables y conseguir los objetivos del desarrollo sostenibles (ODS).

Quisiera terminar con el lema de mi ONG, que me ha acompañado siempre “La paz es mucho más que la ausencia de guerra”; y eso incluye el respeto, defensa y reivindicación de derechos y de sociedades libres, diversas e inclusivas.

Una vida digna es un derecho y así debemos exigirlo, yo siempre he querido aportar mi pequeño grano de arena para que todos y todas la tengan, junto al gran equipo humano con el que cuenta MPDL.

Imagen cedida por Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL)

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Teléfono 914297644

mpdl@mpdl.org

Autor: adeces asociacion
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