Cuando las condiciones son indignas, cuando no se pone el acento en el hombre, cuando se quiere cobrar de prisa a costa del sufrimiento de los demás, cuando se les hace perder de golpe todo, cuando quiebra la solidaridad, cuando ya nada hay que perder, cuando sólo se hace culpable al otro de la situación, cuando se olvida la Historia propia y ajena, entonces…
Recordamos a la Troika imponiendo sus decisiones, a los partidos mayoritarios aceptándolas, a la población buscando nuevas formas de afrontar el futuro y esperando con rabia que llegue el momento de pronunciarse en las urnas.
Y se pronuncia, y aparece ante nuestros ojos la Historia.
Aparece la debacle de los partidos tradicionales, el lenguaje duro e intolerante y también el lenguaje más contenido del segundo partido surgido de las elecciones (SYRIZA), pero igual de contundente, dispuesto a desafiar al FMI y a Bruselas, los dos polos de las trágicas recetas que con un con dureza oral y formal, sin ningún tipo de flexibilidad, yendo de “sobraos” señalaban que Grecia tenía que pensarse si quería estar o no en el EURO.
Ahora, cuando se aprecia que la salida del EURO de GRECIA es una posibilidad real, ahora muestran su preocupación. El farol ha quedado al descubierto, porque las consecuencias de esta salida pueden ser malas para Grecia, pero peores para EUROPA.
Una mala gestión de una crisis que comenzó hace tiempo. Con las cuentas muy maquilladas y los organismos europeos de vigilancia mirando para otro lado. Continuó con las auditorias y los artificios contables creados por la banca de inversión, con clientelismo y corrupción, con gastos en armamento por encima de las necesidades del país y con claro beneficio para las principales potencias europeas, con financiación de los bancos franceses y alemanes sin el mínimo sentido del riesgo, etc…Hay muchos culpables.
Hay que resolver la situación, pero tiene que hacerse desde una perspectiva en la que los economistas y financieros -que tanta “sabiduría” han demostrado en esta crisis-se vean acompañados en su solución por quienes les asesoren en Historia, porque no todo es economía.
Por cierto, aquí está España.