CATS: la lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales

Por Nacho Pardo, coordinador de CATS

El pasado 5 de febrero hemos cumplido 20 años.

Realmente, parece que fue ayer cuando empezamos la andadura de CATS, recorriendo las calles del municipio de Murcia y pedanías, con un macuto lleno de bolsas de condones y otro con bolsas de lubricantes unidosis.

Todo empezó durante el año 2000. En ese año estuvimos trabajando en un proyecto de desarrollo en Manila, Filipinas. El proyecto no tenía nada que ver con prostitución, pero durante el año que duró, casi todos los fines de semana y los momentos de descanso nos los pasábamos en los karaokes con trabajadoras del sexo con las que mantuvimos muy buenas y cercanas relaciones.

También nos cambió la visión que teníamos de la prostitución. Hablar, tomar cervezas, reírse, llorar, cantar… con ellas nos acercó a sus realidades de una forma improvisada.

De vuelta a Murcia, nos decidimos a presentar un proyecto al Ayuntamiento para salir a los centros comerciales por las noches y llevar material preventivo, hablar con las trabajadoras y empaparnos de las necesidades y reivindicaciones que nos pudieran plantear.

Nos lo aprobaron y empezamos a salir Fuensanta y yo. El recibimiento fue muy cordial e inmediato, tanto, que el siguiente día tuve que salir solo y las personas que no me conocían de la anterior vez pensaron que era un cliente, e inmediatamente, las que ya me conocían saltaron y dijeron que cuidado, que este es el marido de la doctora. Me sentí súper “protegido” y pasé de ser un cliente a ser el chico de los condones.

Cuando decidimos llamarnos Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo mucha gente nos dijo que iba a ser un impedimento a la hora de presentar proyectos y conseguir financiación. Como que lo de trabajadoras del sexo no iba a ayudar. Pero la idea inicial era crear un equipo asistencial (abogada, médica, trabajadoras sociales, educadoras sociales, mediadoras) para atender todas las demandas que iban surgiendo, crear vínculos cercanos con las mujeres y que llegara el día en el que del nombre CATS quitáramos la A y se convirtiera en Comité de Trabajadoras Sexuales.

Después de 20 años seguimos como CATS. Esto se podría considerar una no consecución de uno de los objetivos iniciales. Pero durante el período de vida de la asociación, y desde muy temprano, ampliamos nuestras actividades a los clubes de la Región de Murcia, sur de Alicante, este de Albacete y noreste de Almería, o sea, a todo el sudeste peninsular. Esto significó que anualmente contactáramos a 1.500 o 2.000 personas y lo que esto supuso fue un aumento muy grande de tareas asistenciales que nos comían literalmente el tiempo. Y así año tras año.

Estamos orgullosos de esta sobrecarga de trabajo ya que eran necesidades planteadas por las trabajadoras sexuales en temas médicos, de extranjería, sociales, jurídicos etc. Pero realmente nos dejaba poco tiempo y energía para el otro componente básico de CATS: la lucha y reivindicación política por el reconocimiento de derechos de las trabajadoras sexuales.

Esta lucha se enmarcó durante bastante tiempo en los casos en los que se intentaban solucionar las demandas de las mujeres: casos de vulneración de derechos por el hecho de ser prostituta, migrante, transexual. Esto supuso que la reivindicación política se colocara en una frecuencia muy básica pero no por ello menos importante: problemas con trámites administrativos, malas formas de funcionarios, órdenes de expulsión al ir a denunciar un acto delictivo, miedo a la retirada de los hijos, problemas con los convecinos de las zonas de prostitución de calle, con los vecinos del inmueble donde se ejerce la prostitución…

En el 2014 el Ayuntamiento de Murcia aprobó la ordenanza municipal contra la prostitución de calle. Esto supuso un antes y un después en cuanto a que empezamos a trabajar mucho más para cuestiones políticas que afectaban no solo a casos individuales, sino a todo el colectivo que ejerce en calle. Esta lucha contra la ordenanza sigue al día de hoy.

Lo mismo ocurre con la Ley de Seguridad Ciudadana, la ley mordaza, que, aunque en principio no multa a las trabajadoras sexuales, en la práctica la policía las multa por desobediencia a la autoridad al echarlas de un lugar y volver a trabajar al mismo lugar al día siguiente.

La lucha por los derechos mínimos de las personas trabajadoras sexuales pasa por dos reivindicaciones básicas: la descriminalización de la prostitución y por el reconocimiento del trabajo sexual como una actividad laboral (y por tanto tener derechos laborales).

Esas son las razones de la existencia de CATS. Convertir la asociación en CTS es un camino difícil en el que el estigma juega una baza muy importante. Es muy difícil que una prostituta dé la cara públicamente. Algunas lo han hecho, pero son muy pocas. Pero esto no significa que la gran mayoría esté de acuerdo con las reivindicaciones básicas antes mencionadas.

Hay otros caminos para que se involucren en la lucha, más anónimos pero en los que están presentes e informadas. Desde hace diez años el asociativo de CATS lo componen casi exclusivamente prostitutas; en el equipo técnico de la asociación hay trabajadoras sexuales con funciones de mediación en las salidas a los clubes y la calle; forman parte del voluntariado y ayudan en tareas cotidianas; se les informa que desde hace algunos años ya hay asociaciones solo de prostitutas en Sevilla, Madrid, Euskadi y Barcelona, así como de la existencia del sindicato Otras.

Están cambiando las cosas. Las personas trabajadoras sexuales ya tienen sindicato y cuentan con prostitutas que llevan las reivindicaciones del colectivo a las más altas esferas políticas, o casi. Por fin se está escuchando la voz de las protagonistas cuando se habla de prostitución.

Esto nos alegra. Aunque no lleguemos a cambiar el nombre y convertirnos en CTS, indirectamente se está consiguiendo el objetivo. Y quizá la labor asistencial que realizamos tenga que seguir por mucho más tiempo. Queda mucho camino que recorrer y no es para nada fácil. El lobby abolicionista está empeñado en poner las cosas difíciles. Pero no tiraremos la toalla.

Imagen cedida por la Asociación CATS

www.asociacioncats.es

Teléfono de contacto: 968 28 06 27

Autor: adeces asociacion
Tags