ADECES SUGIERE QUE SUS REPRESENTANTES HAGAN MÁS AUTOCRÍTICA Y FORTALEZCAN LA INDEPENDENCIA

Congreso de arquitectos: declaración de intenciones que contrasta con su política institucional.

ADECES (Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales) considera que el Congreso de Arquitectos celebrado recientemente en Valencia es una declaración de intenciones que contrasta con sus posiciones institucionales realizadas en una época de cambio normativo (CTE) y de gran expansión del sector de la construcción. ADECES cree que se hace preciso que la profesión y, sobre todo sus representantes hagan más autocrítica y fortalezcan la independencia respecto a instituciones y promotores.

Solo desde la falta de autocrítica y de una perspectiva estratégica independiente de la profesión se puede entender el intento de retrasar en 14 meses la entrada en vigor del apartado acústico del CTE (como denunció ADECES) promovida desde el Ministerio de Vivienda, defendida por el Secretario General del mismo en la Comisión de Seguimiento del CTE (a la sazón arquitecto) y secundada con distintos grados de intensidad por todos los arquitectos participantes en dicha comisión.

Sólo la oposición de representantes de otras instituciones y organizaciones, como los sindicatos, evitó un retraso tan acusado como el que se pretendía, quedando finalmente establecido en 6 meses.

Tampoco la campaña desarrollada por algunas asociaciones de promotores, cuyo eje central era la falta de materiales adecuados en España para cumplir el CTE o el considerable incremento de precios derivado del mismo, contó con el desmentido de algunos representantes institucionales de la arquitectura a pesar de que como profesionales debían  conocer que esto no era cierto.

Finalmente, tal y como denunció ADECES, el verdadero motivo para apoyar el retraso era que se eximiese de responsabilidad jurídica a los arquitectos en el cumplimiento del CTE acústico. Una motivación corporativa que contradice la idea del Congreso de hacer “urbanismo para los ciudadanos, nuestros verdaderos clientes”.

Sus verdaderos clientes han venido pagando sus viviendas a precios de ciudadanos europeos y han recibido calidades inferiores a las que gozan los de otros países de la UE.

El propio reconocimiento de Hernández Pezzi, presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España de que muchos de los proyectos “se visaron deprisa” durante los primeros años de la burbuja para evitar los requisitos técnicos del Código Técnico de Edificación aprobado en 2006, es una de las mejores pruebas de la falta de compromiso social y ambiental que la arquitectura ahora parece redescubrir.

Los cambios deben ser vistos como una oportunidad, sin embargo, algunos representantes institucionales de la arquitectura han reaccionado a los mismos con un molde corporativo que relega a los ciudadanos y a la sociedad a un papel marginal.

Los arquitectos españoles están preparados, pero sus métodos de trabajo deben mejorar y equipararse con los de su entorno, creando equipos multidisciplinares que les ilustren en aquellos campos que desconocen.

Autor: admin
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