Madrid gasta en calefacción como París o Londres y Sevilla como Roma a pesar de disfrutar de inviernos hasta un 32% más benignos.
ADECES (Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales) se ha dirigido a Gobiernos, parlamentarios nacionales y autonómicos y altos cargos de las administraciones para que mejoren en el corto plazo las normas térmicas de los nuevos edificios para reducir el consumo energético hasta lo que permiten las condiciones climáticas respecto a otros países de la Unión Europea.
La asociación inicia esta campaña después de haber realizado un Estudio sobre los efectos de las normas térmicas en el consumo energético de los hogares de 6 ciudades europeas: París, Londres, Berlín, Roma, Madrid y Sevilla (estas últimas representativas de la mayor parte del parque de viviendas en España).
La insuficiencia de la norma térmica causa el derroche de lo que no tenemos.
El estudio de ADECES revela que la escasa exigencia de la envolvente térmica de la norma española provoca que los costes de calefacción de los hogares en Madrid oscilan entre 646 y 342 euros / año, según se trate de una vivienda individual de 120 m2 o de una colectiva de 90 m2. Mientras, en Londres, a precio de energía española, se calentarían las mismas viviendas con un coste de 651 euros o 398 euros. Y en París los costes variarían entre los 691 y los 355 euros.
Lo mismo ocurre si se compara Sevilla, cuyos costes de calefacción son de 336 ó 176 euros, según el tipo de vivienda, y Roma que sólo incrementa el coste en 3 y 6 euros.
La falta de proporcionalidad de la norma térmica española y el clima.
Según ADECES, la insuficiencia de la norma térmica impide que España aproveche en todo su potencial las condiciones climáticas de las que disfruta, abocando a las economías domésticas y al país a un consumo energético muy por encima del eficiente. En definitiva, la falta de proporcionalidad entre la norma térmica y el clima obliga a derrochar lo que no tenemos: recursos energéticos.
Así se deduce al comprobar que la máxima diferencia de costes en el estudio de ADECES, la registrada entre Londres y Madrid apenas sobrepasa el 15%; sin embargo, el invierno de Madrid (2100 grados día) es entre un 30% y un 32% más benigno que el de París (3002 grados/día) y Londres (3100 grados/día).
Es fácil apreciar que la insuficiente exigencia sobre la envolvente de la norma térmica en Madrid es responsable de un derroche de más de un 17% de la energía consumida.
Lo mismo ocurre con Sevilla, que gozando de un invierno un 22% más benigno que el de Roma, según los grados día de ambas ciudades, presenta un coste de calefacción prácticamente idéntico, con lo que la norma térmica en Sevilla es responsable de derrochar un 22% de energía.
Para la refrigeración y la climatización las cosas no son diferentes.
Quién es responsable de este derroche
Según ADECES los responsables de esta grave ineficiencia energética son el Gobierno Central y los Gobiernos Autonómicos. El primero por aprobar un Código Técnico de la Edificación (CTE) en su apartado energético claramente insuficiente, más aún si se tiene en cuenta que se aprobó con cuatro años de retraso. Pero también son responsables los Gobiernos Autónomos, que haciendo dejación de sus competencias no corrigieron las insuficiencias de la norma para los edificios de sus Comunidades. Tan sólo cabe señalar la excepción del Gobierno catalán que mediante decreto, mejoró el CTE térmico de forma significativa.
Gobierno central y gobiernos autonómicos se dejaron convencer por quienes auguraban importantes incrementos del precio de la vivienda si se llevaban a cabo estas reformas, prescindiendo de la consideración de la energía como recurso estratégico.
La conclusión
Para ADECES es hora de que el Gobierno Central o los Gobiernos autonómicos asuman su responsabilidad, entiendan el sentido estratégico de la energía e incrementen las exigencias térmicas de la nueva vivienda (en un momento en el que, además nadie se puede sentir dañado) hasta el punto de que los hogares españoles aprovechen el potencial de ahorro derivado del clima en relación con los países de su entorno.
Con esta propuesta se obtienen los siguientes resultados: